MOMA e I-GV: una historia de éxito de logística inteligente y alianzas sólidas

En Finale Emilia, un pequeño polo industrial del distrito cerámico italiano, Ceramiche MOMA ha dedicado los últimos 25 años a perfeccionar una visión clara y especializada. Centrada exclusivamente en los revestimientos de doble cocción rápida, MOMA es uno de los pocos fabricantes europeos completamente dedicados a esta categoría de producto. Desde el diseño hasta la flexibilidad productiva, la empresa persigue desde hace tiempo un objetivo preciso: innovar con intención.

Entre finales de 2024 y principios de 2025, MOMA llevó a cabo una importante renovación de una de sus principales líneas de producción. Junto a esta inversión llegó una decisión estratégica: adoptar I-GV, el sistema propio de vehículos guiados inteligentes desarrollado por System Ceramics.

Una empresa cerámica con una visión clara

El enfoque de MOMA hacia la producción se basa en una innovación constante en el diseño y en un sólido posicionamiento en el mercado. Dirigida principalmente a clientes de Italia y de toda Europa, la empresa ha estructurado sus operaciones en torno a las necesidades específicas del segmento de los revestimientos, especialmente en aquellos mercados donde este producto tiene una relevancia cultural y estética.

Uno de los principales desafíos de la empresa hoy en día es la flexibilidad. A medida que aumenta la variedad de productos, también crece la necesidad de contar con sistemas ágiles y reactivos que permitan cambios rápidos. Para mantenerse competitiva, MOMA está invirtiendo no solo en maquinaria, sino también en la digitalización e informatización de todos los departamentos, además de mejorar el entorno productivo en su conjunto.

Una nueva fase de crecimiento exige una logística más inteligente

Al prepararse MOMA para renovar una de sus principales líneas, comenzó la búsqueda de una solución logística capaz de acompañar la ambición renovada de la empresa. La decisión de introducir el I-GV de System Ceramics surgió de forma natural gracias a una colaboración de larga data que ya había aportado impresoras digitales y cuatro líneas de clasificación a la planta.

“Cuando supimos que System Ceramics estaba lanzando su propio producto I-GV, lo consideramos seriamente”, explica un representante de MOMA. “System siempre nos ha ofrecido un apoyo fiable, y eso nos dio confianza para seguir adelante”.

Lo que reforzó aún más la decisión fue la posibilidad de contar con un único proveedor tanto para la clasificación como para la logística, lo que prometía una integración más sencilla y una continuidad a largo plazo. Las ventajas técnicas también eran claras: robustez, personalización y un profundo conocimiento de las necesidades de la industria cerámica.

Elegir I-GV: confianza, sincronización y tecnología

La adopción de I-GV por parte de MOMA fue una decisión estratégica orientada a una gestión unificada de la planta. Se seleccionaron cuatro unidades I-GV, junto con todo el sistema de navegación y gestión del tráfico desarrollado y controlado por System Ceramics.

MOMA tuvo la oportunidad de ser una de las primeras empresas en instalar I-GV, y el proceso de implantación se desarrolló sin dificultades.

“Esperábamos algunos retrasos y desafíos”, comentan, “pero salvo por unos pequeños inconvenientes, que, seamos sinceros, siempre forman parte del sector cerámico, el calendario se respetó y la puesta en marcha se llevó a cabo según lo previsto”.

Un factor crucial fue la sinergia entre los equipos: desde el inicio, la colaboración fue fluida y constructiva, sentando las bases para un sistema fiable y escalable.

Trabajar codo a codo para generar un impacto duradero

El verdadero valor del proyecto se hizo evidente tras la instalación inicial. I-GV se integró de forma natural en el flujo de trabajo de MOMA, permitiendo una logística más inteligente y segura en la gestión diaria de materiales.

Uno de los beneficios clave fue la capacidad de manejar distintos tipos de Work Load Units (WLU), como palets y cajas, gracias a la estructura modular y configurable del sistema.

Además, I-GV cuenta con soporte técnico 24 horas, garantizando una asistencia inmediata y competente siempre que sea necesario, un aspecto fundamental en entornos productivos de alto rendimiento.

MOMA mantiene su compromiso de continuar la colaboración con System Ceramics y prevé seguir confiando en sus soluciones en el futuro. Con un fuerte enfoque en la innovación, MOMA deposita su confianza en las tecnologías y enfoques ofrecidos por System Ceramics en las distintas fases de producción.

I-GV en acción: tecnología diseñada a partir de necesidades reales

A diferencia de los AGV estándar del mercado, I-GV está adaptado a las particularidades de la fabricación cerámica. Ofrece varias características que, combinadas, conforman un sistema logístico de alto rendimiento y bajo impacto.

Los vehículos funcionan con baterías de litio, que aportan ventajas significativas:

• Tiempos de carga rápidos, solo una hora frente a las ocho horas necesarias con las baterías tradicionales de plomo-ácido
• Funcionamiento prolongado, hasta ocho horas por ciclo
• Sin emisiones de gases durante la carga, eliminando la necesidad de sistemas de ventilación en las áreas de carga
• Mayor durabilidad y menores necesidades de mantenimiento, lo que se traduce en menores costes operativos y menos interrupciones

Seguro, sostenible y preparado para el futuro por diseño

En términos de seguridad, I-GV está equipado con sensores perimetrales certificados y cámaras 3D que detectan y evitan obstáculos en tiempo real. El sistema también incorpora un codificador que garantiza una regulación constante de la velocidad y el pleno cumplimiento de las normas ISO de seguridad vigentes, que System Ceramics supervisa y actualiza de forma continua.

Un elemento central de la eficiencia del sistema es el Next-Generation System Manager, un software de gestión del tráfico desarrollado junto con Kollmorgen, referencia mundial en control de movimiento. Mediante algoritmos basados en IA, el software optimiza los flujos de órdenes, evita bloqueos y mejora la capacidad de respuesta de toda la red de transporte interno.

Este nivel de integración garantiza que I-GV no solo sea eficiente, sino también future-ready, un recurso fundamental en un sector donde la agilidad y el cumplimiento evolucionan constantemente.

Una visión de colaboración e innovación

Al reflexionar sobre el proyecto, MOMA expresa una satisfacción clara:

“Si hoy algo puede considerarse future-ready, es porque proviene de una empresa con experiencia y visión. Creemos que System Ceramics tiene ambas.”

Para MOMA, la decisión de adoptar I-GV forma parte de una narrativa más amplia de crecimiento, inversión y modernización. No se trata solo de transportar cargas. Se trata de crear un sistema inteligente y coordinado donde máquinas, software y personas trabajen juntas hacia un mismo objetivo.

Lo que nos enseña la experiencia de MOMA

La colaboración entre MOMA y System Ceramics es un ejemplo perfecto de cómo la tecnología y la confianza pueden converger en resultados reales. I-GV ha mejorado la logística interna, reforzado los estándares de seguridad y reducido el impacto ambiental, pero lo más importante es que ha fortalecido la capacidad de MOMA para responder a las demandas del mercado con seguridad.

Para cualquier empresa que esté evaluando la automatización logística, I-GV ofrece no solo rendimiento, sino también visión, adaptabilidad y colaboración.

Descubra cómo I-GV de System Ceramics puede apoyar su estrategia de logística interna y descargue nuestro folleto de I-GV en nuestro sitio web.